by Victoria Finkbeiner | 20.10.2021
Un ámbito en el que esto se hace especialmente evidente es el de la comunicación empresarial. En el pasado, los empleados se comunicaban en persona o a través de conexiones analógicas, mientras que a día de hoy son numerosos los canales para entrar en contacto con compañeros de trabajo, Partner o clientes. Influenciadas por las tecnologías digitales, las empresas deben asegurarse de que la propia infraestructura constantemente adaptada y analizada para seguir el ritmo de las tecnologías modernas. La migración de redes RDSI al VoIP, también requiere cierta acción para modernizar los modelos y puestos de trabajo a los nuevos paradigmas.
Esto, por supuesto, puede suponer un reto financiero y estructural para las empresas, pero también debe entenderse como una gran oportunidad. Para seguir siendo competitivos, la escalabilidad juega un papel muy importante, de modo que sea posible garantizar la flexibilidad para satisfacer los requisitos relativos al crecimiento y la fluctuación. Dado que los procesos de trabajo son cada vez más flexibles en general, los lugares de trabajo de los empleados también reflejan esta tendencia. La disponibilidad más allá de la ubicación física (pensemos en los modelos de trabajo híbrido) en combinación con un sofisticado concepto de integración móvil para que los empleados móviles estén perfectamente integrados en el sistema telefónico de la empresa cobran cada vez más importancia. Las empresas que sustituyen los puestos de trabajo fijos por modelos alternativos (por ejemplo, el "hot desking") también necesitan una infraestructura informática que cumpla los requisitos necesarios, entre otros aspectos, a nivel de seguridad.
A nivel mundial, las empresas también muestran cada vez una mayor conciencia sobre aspectos relacionados con la sostenibilidad de sus productos y procesos de trabajo, así como con la protección del clima. Las aplicaciones de comunicaciones unificadas, como la videotelefonía o las conferencias virtuales, ofrecen la alternativa perfecta a los vuelos cancelados, las restricciones de viaje y los costosos y largos viajes de negocios que perjudican al medio ambiente. Las videollamadas y conferencias virtuales, permiten la comunicación “cara a cara” de personas ubicadas físicamente en lugares distintos del planeta. Por su parte, herramientas como la compartición de archivos, mejoran el trabajo colaborativo.
La implantación de soluciones software y de comunicación acelera aún más los procesos de trabajo, aumentando la productividad y la eficiencia. El volumen de datos y del tráfico de comunicaciones no dejan de crecer, lo cual puede suponer una carga excesiva para un sistema de comunicación obsoleto. Por ello, cada vez más empresas confían parcial o totalmente en los servicios en la nube.
La externalización de las comunicaciones a la nube podría representar una buena solución de cara a aumentar el espacio para el almacenamiento de datos, disminuir la carga de trabajo del departamento IT o proporcionar un alto grado de flexibilidad y escalabilidad. En combinación con un acuerdo de servicio adecuado, permite a la empresa olvidarse también de tener que estar pendiente de las últimas actualizaciones y mejoras.
Otro aspecto sumamente importante es el de la seguridad. Tras la migración a un sistema All IP, las empresas deben ser conscientes de que el sistema de comunicaciones está expuesto a riesgos y ataques procedentes de Internet. Las empresas que optan por una nueva solución de comunicación deben asegurarse de que se aplican los mecanismos de seguridad y protocolos de seguridad adecuados, además de garantizar la codificación de los datos sensibles en todos los canales de comunicación.
Esto también aplica a la disponibilidad de la solución: cualquier interrupción o fallo a nivel de comunicación, por breve que sea, puede tener un impacto muy negativo para la empresa. Por lo tanto, es importante incluir un sistema de backup eficiente (por ejemplo, a través de una solución redundante) para evitar cualquier tipo de pérdida de datos en caso de emergencia.
Los empleados, sin duda, perseguirán un enfoque muy diferente: el manejo debe ser intuitivo y las funcionalidades y apps disponibles deben ser fáciles de utilizar. Un cliente software intuitivo, una interfaz de usuario universal y un diseño responsivo garantizan el mismo nivel de operatividad independientemente del dispositivo.
Aunque al principio la digitalización pueda suponer un reto importante, abordada con una hoja de ruta digital bien planificada, las nuevas oportunidades abren camino a nuevas posibilidades.